Los millonarios perdían 3 a 0 con Huracán apenas en el primer tiempo. Pero el equipo sacó fuerzas de donde no tenía y terminó llevandose un empate por 3 a 3. Fue el ultimo partido de Diego Simeone como entrenador de River.
Un estadio monumental bastante colmado fue el marco de este atípico partido. Pese al mal momento de River, que está último y que atraviesa la peor campaña en su historia. ¿Sorprende? Sí. Mucho. Así como también sorprende la reacción de los hinchas mientras la voz del estadio daba la formación titular: Aplausos para Buonanotte, Falcao y el Cholo. Silbidos para Tuzzio y Ahumada.
Al mismo tiempo que los de Nuñez despedían a Simeone, el equipo de Parque Patricios estrenaba nuevo técnico: Ángel Cappa, quien alguna vez supo dirigir a Racing, tomaba las riendas de Huracán que quería rescatar aunque sea un punto de esta visita, aprovechando que los dueños de casa no están pasando un buen momento.
Y es así como llegó el primer gol. Pocos minutos habían pasado de arrancada la etapa inicial cuando una jugada del venezolano César González, en combinación con el juvenil Javier Pastore que literalmente sacó a bailar a la defensa de River culminó en un peligroso derechazo, del cual Ojeda dió un rebote al medio. ¿Y Tuzzio? Durmió y el rebote lo empujó a la red el delantero de Huracán, Hernán Barcos.
River estaba para el cachetazo y aunque la gente seguía alentando no había respuestas en lo futbolístico. El equipo millonario no tenía ideas para ir al ataque y hacía agua por todos lados en defensa. Peor aún: Huracán se daba el lujo de darle un paseo en su propio estadio y hasta de hacerle un segundo gol de emboquillada, otra vez de la mano de Barcos.
Como si esto fuera poco, a esta altura del partido lo mejor que podía pasarle a River era que el primer tiempo terminase para que quizá en el descanso pudiera refrescar algunos conceptos o encontrar un par de respuestas en la charla téncica. Pero el primer tiempo se hizo interminable, porque Hugo Barrientos clavó el tercero con un gran cabezazo.
Pero en el complemento empezó otro partido. Rosales despertó al equipo y River empezó a llegar y a inquietar un poco al arquero Limia. Huracán, tal vez no esperaba tal reacción por parte de los locales con el partido prácticamente liquidado ¿Prácticamente? Si, porque no estaba liquidado del todo, ya que los dirigidos por Diego Simeone consiguieron el primer descuento con un tiro libre que Matías Abelairas transformó en un golazo.
El Cholo mandó a la cancha a Oscar Ahumada, excesivamente insultado y abucheado por la platea local. Pero el cambio le dió más oxígeno a la mitad de la cancha y River empezó a crecer futbolísticamente, a través de las buenas jugadas de Rosales, que se metió en el área y a pura gambeta consiguió que le cometan un penal. Después de 13 meses, los locales tenían un tiro desde los doce pasos a favor. Falcao García se hizo cargo y convirtió el segundo. El partido definitivamente era otro.
La hinchada estaba de pie ovacionando y alentando a su equipo y Simeone vivía el partido como si fuese la final del mundo. Pero ¿Y Huracán? Desapareció. River se encargó de ir borrándolo poco a poco. Terminó de hacerlo con un córner desde la derecha donde Tuzzio, que por lo visto no estaba en el catálogo de marcas, se sacó revancha y convirtió un gol con un certero cabezazo. 3 a 3. Increíble pero cierto.
Y así terminó el partido. River despidió a su ahora ex entrenador mostrando una imagen que se parece más al del River campeón que al de este River de capa caída. El futuro del equipo de Nuñez es incierto desde aquí hasta el final del torneo. Pero la realidad está marcada por el presente, y ese presente dice que todavía los millonarios están últimos.
http://www.clarin.com/suplementos/especiales/2008/11/10/m-01799780.htm
http://www.riverplate.com/Noticias/Futbol-Profesional/Torneos-Locales/Torneo-Apertura-2008/2049-sintesis-de-river-plate-3-huracan-3.html
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